¡Se acabó el papel! Llegan los contratos inteligentes
La mayoría de los contratos son papeles escritos que se rigen por jurisdicciones específicas dependiendo del lugar donde se realizan y en ocasiones requieren de notarios o abogados.
Un contrato se define como un acuerdo entre dos o más personas, en el que se estipulan reglas que seguir en el desarrollo de un proceso, negocio o arreglo. Estos acuerdos sirven para esclarecer los cómos y porqués de alguna transacción que involucra a dos o más personas.
En la actualidad, la mayoría de estos documentos todavía son papeles escritos que se rigen por jurisdicciones específicas dependiendo del lugar donde se realizan y en ocasiones requieren de notarios, lo que se traduce en gastos y más tiempo para su elaboración.
La empresa mexicana Trato busca decirle adiós a los contratos en papel y pasar a los contratos electrónicos a través del uso de tecnologías como Blockchain, Inteligencia Artificial (IA) y Big Data.
La firma permite que las empresas puedan ahorrar en los costos que generan los procesos legales reiterativos -que generalmente llevan a áreas jurídicas-, acelerando los tiempos de negociación y firma de documentos legales, aprovechando las ventajas que ofrece la tecnología para el seguimiento de los términos y condiciones que contienen los documentos jurídicos.
El uso de contratos electrónicos es una realidad a nivel global, tan sólo en los últimos años ha mantenido un crecimiento promedio anual de 5.45%, de 283,650 millones de dólares en 2015 a 332, 610 millones de dólares en 2018, según el informe Global Electronics Contract Manufacturing Services Market 2019.
La startup señala que es importante que las empresas se actualicen y se animen a probar las facilidades que da este tipo de herramientas, además de que el uso de este tipo de contratos se ampliará todavía más; de hecho, según analistas del mercado, se espera que para 2023 el tamaño del mercado de contratos electrónicos alcanzará los 428,920 millones de dólares.
Trato, que nació en 2014, señala que en México no hay suficiente apertura de la gente a utilizar este tipo de infraestructura digital debido a la costumbre que todavía existe hacia el uso de los contratos tradicionales hechos en papel, así como por la duda que genera el saber si los contratos electrónicos son aceptados en todos lados.