Acelera el metabolismo; mejora el sistema inmune; activa los sentidos y el estado de alerta y además elimina grasa acumulada en la parte superior de la piel.

De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Loughborough en Reino Unido, bañarse equivale a caminar treinta minutos a paso rápido que es igual a quemar aproximadamente 140 calorías. El estudio también indica que el baño ayuda a controlar los niveles de glucosa en los pacientes con diabetes tipo 2. 

Estos beneficios se extienden y varían de acuerdo a la temperatura. Cuando se realiza con agua fría es un poderoso energizante. La Universidad de California indica que el agua a temperaturas bajas activa la zona del cerebro que produce noradrenalina, sustancia que alivia la depresión y ansiedad. También estimula el flujo de la sangre, lo cual mejora la circulación en todo el cuerpo y especialmente en el cuero cabelludo, previniendo la calvicie.

Por su parte, bañarse con agua caliente provoca una mayor apertura de poros incentivando limpieza más profunda y exfoliante; brinda sensación de relajación; es un excelente motivador del sueño y disminuye el insomnio; desintoxica el cuerpo; relaja los músculos; y fortalece el sistema inmune y respiratorio. 

“Bañarse es una actividad tan común que normalmente se realiza de forma mecánica. A través del desarrollo de productos innovadores impulsamos la idea de convertir la ducha en un ritual de bienestar para aprovechar todos sus beneficios, más allá de la higiene diaria”, comenta María Eugenia Salas, gerente de Investigación y Desarrollo de Nuevos Productos de Helvex.

“La regadera es un instrumento esencial para lograrlo. En la actualidad la tecnología aplicada a estos productos permite cambiar el tipo de chorro con tan sólo apretar un botón, de esta forma el usuario puede cambiar un flujo vigoroso ideal para despertar en la mañana a una ligera brisa relajante para finalizar el día. Es importante elegir aquellas que además de esta característica sean ahorradoras para cuidar al medio ambiente y el bolsillo.

Una regadera normal ocupa hasta 10 lts. de agua por minuto, si cumple con la Norma Mexicana, mientras que las economizadoras reducen el consumo a 6 e incluso 3.8 lts.”, destacó María Eugenia Salas.

Además de utilizar una regadera adecuada, existen algunas prácticas para potenciar los beneficios de la ducha:

Aromaterapia: Ya sea que quieras relajarte (lavanda es una excelente opción) o despertar (mentolados y cítricos son ideales para vigorizar), el uso de aromas hará más disfrutable el momento. Puedes utilizar velas, aceites esenciales o difusores.

Música: Ponle play a las canciones que te hagan bailar o te pongan de buenas por la mañana y para la noche puedes escoger melodías más lentas que induzcan a la tranquilidad. Si te bañas con agua caliente mientras escuchas música en tu celular, trata de protegerlo con una carcasa especial para que el vapor no se introduzca y cause daños, o adquiere bocinas especiales para este fin.

Tratamientos: De forma semanal o mensual consiéntete extra con una mascarilla hecha en casa para la cara, cuerpo o cabello y mientras los nutrientes hacen su trabajo disfruta de una copa de vino, taza de café o la lectura de un libro para perfeccionar el momento.

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