La historia detrás de algunos de los juguetes emblemáticos de nuestra infancia
Entre los productos con mayor crecimiento destacan la venta de sets de muñeca, cartas coleccionables, así como memorabilia deportiva.
El comercio electrónico ha hecho posible que el intercambio y compra de estampas y cartas coleccionables se mude del patio de la escuela a los marketplaces, en donde cualquier persona puede encontrar la pieza faltante en su colección sin tener que esperar al intercambio del recreo o al Día del Niño para conseguirlas.
A nivel mundial, se prevé que el mercado de cartas coleccionables alcance un valor de 2 mil 261 millones de dólares para 2031, una industria en expansión impulsada por las posibilidades digitales que permiten a las y los coleccionistas adquirir piezas desde cualquier lugar del mundo.
En México, destaca el crecimiento de la compra de cartas coleccionables de juego a través de eBay, las cuales tuvieron un crecimiento de 155% el año pasado; le siguen las tarjetas deportivas con un aumento de 55% en la categoría, y finalmente las muñecas y sets de muñecas con una expansión de 44%.
Por otra parte, los productos más vendidos en México en el mismo periodo son las cajas de Pokémon, tarjetas coleccionables de futbol americano, así como cartas de Pokémon, Dragon Ball y Yu-Gi-Oh! Mientras que las marcas de juguetes y artículos infantiles con mayor crecimiento en las ventas a través de eBay son: Panini, Lego, Nintendo, Disney, Hasbro y Mattel.
Por otra parte, los artículos más caros vendidos en México a través de eBay el año pasado fueron un cómic de los X-Men de 1963 en el que aparece por primera vez Magneto, el cual se vendió en cerca de 230 mil pesos; una edición limitada de fútbol americano con Patrick Pat Mahomes y una pelota de béisbol autografiada por Babe Ruth de 1927, en aproximadamente 186 mil pesos.
Juguetes y coleccionables retro
Muchos de los juguetes con los que creció la generación millennial se han convertido en artículos coleccionables y piezas que alimentan la nostalgia por la infancia, para quienes nunca tuvieron algún juguete o quieren recuperarlo, existen numerosas publicaciones que se ajustan a distintos presupuestos:
- Tamagotchis: Estas mascotas electrónicas nacieron en 1996, logrando gran popularidad en el mundo en los años siguientes. Su nombre proviene de la palabra japonesa «tamago» que significa «huevo», a la que le sigue la palabra «wo’chi» derivada del inglés «watch«. Actualmente es posible encontrar piezas retro con un costo aproximado que ronda los 580 a los 1,000 pesos, e incluso hay piezas vintage sin abrir.
- Cabbage Patch Kids: La historia detrás de estas muñecas esconde datos que pocas personas conocen, pues originalmente fueron creadas artesanalmente por la artista estadounidense Martha Nelson Thomas y posteriormente eran revendidas por Xavier Roberts a un precio mayor. Cuando ella decidió dejar de venderle él empezó a producirlas en masa haciéndose millonario con la idea de que el niño “adopte” a su muñeca.
Las Cabbage Patch Kids originales incluyen la firma de Xavier en su trasero y se venden a precios que varían dependiendo del año y el estado; como esta muñeca de 2009 disponible en eBay con un costo que ronda los 43 mil pesos. - Hielocos: En 1997, Coca-Cola lanzó una promoción en varios países Latinoamericanos para intercambiar corcholatas y taparroscas más unos cuantos pesos por figuras de plástico semitransparentes de distintos colores. Existieron varias ediciones, algunas que brillaban en la oscuridad, tenían forma de monstruos o aliens, incluso elementos de fútbol. Estos se convirtieron en artículos coleccionables que incluso hoy en día pueden adquirirse a través de los marketplaces, como esta colección completa de 20 hielocos con exhibidor en 4 mil pesos más envío.
Gracias al comercio electrónico, actualmente es posible adquirir casi cualquier juguete de nuestra infancia y recuperar esos objetos que se quedaron para siempre en nuestra memoria. A través de redes sociales existen cuentas de coleccionistas que constantemente muestran estas joyas que han conservado y conseguido con el tiempo, y que se han convertido en objetos que nos recuerdan a ese niño que todavía llevamos dentro.