Olvídate de la excusa “no tengo tiempo” y ejercítate
Encontrar el tiempo dentro de tu rutina diaria para hacer ejercicio te permitirá motivarte y hacer que algunas semanas te sientas o veas del modo que te gustaría.
Una de las causas a las que me enfrento diario con las personas que entreno, o en platica con amigos o conocidos, es que usan como pretexto para no entrenar el clásico “no tengo tiempo”, poniendo diversas excusas para no realizar ejercicio y no brindarse ni siquiera 30 minutos para ponerse en forma.
Sé claramente que nuestras actividades diarias nos rebasan y no encontramos un tiempo para dedicárselo al ejercicio, deseando así que cada día pudiera tener más horas para llevar a cabo esos deseos. Si cada uno de nosotros realmente nos organizáramos en nuestras actividades, ese “no tengo tiempo” se transformaría en un “si pude hacerlo”, sin necesidad de realizar grandes sacrificios que nos causen alguna molestia o pereza; además, es importante tener muy presente cuales son nuestros objetivos y planear detenidamente de qué manera vamos a lograrlo, ya que esa meta será nuestra mayor motivación para no desistir en nuestros entrenamientos.
Así, el problema no es el tiempo, sino las prioridades que tenemos en nuestras vidas, y al ser el ejercicio una prioridad te darás cuenta de que desperdiciabas el tiempo viendo series o películas, en redes sociales, o algún otro tipo de entretenimiento que nos quite el tiempo. Y ahora la pregunta que deberás hacer es ¿cómo te ves a 5 años llevando una vida sedentaria?
Para dejar atrás el pretexto de no tener tiempo para ejercitarte, aquí te dejo unos consejos que te pueden ser de utilidad:
- Despertarse mas temprano o dormir más tarde: aunque el descanso es súper valioso para cada uno de nosotros y más cuando nuestras jornadas laborales o escolares son pesadas, lo que puedes hacer es elegir aquellos días en los que es menor la carga, y levantarte mínimo media hora antes o dormir media hora más tarde al acostumbrado y realizar el entrenamiento que has planeado para lograr tu meta, recuerda, ese tiempo es tuyo y en beneficio para ti, no lo veas como un sacrificio porque caerás en el “no tengo tiempo”
- Organizar bien el día (tiempos muertos): en caso de que no quieras despertarte más temprano o más tarde, puedes utilizar los “tiempos muertos” que llegas a tener a lo largo del día: por ejemplo, si tienes dos horas de comida, una hora la puedes ocupar para ejercitarte y la otra para disfrutar tus alimentos descansar y sentirte satisfecho por haber hecho algo en pro a tu meta.
- Recordar la causa por la que comenzaste a entrenar: no olvides el motivo por el cual deseaste empezar a entrenar, esa meta sabemos que no se logrará sola, requiere tiempo y preparación física y mental, así como también disciplina y “sacrificios”; piensa que los resultados te harán sentir pleno y feliz, así como sentirte satisfecho por todo lo que en el camino tuviste que hacer para lograrlo.
- Date tu tiempo: actualmente con jornadas laborales extensas, tiempo perdido en el tráfico y todas las obligaciones que vamos teniendo, ya es extraño que alguien tenga tiempo para sí mismo, por lo que el tiempo que te des al entrenar, disfrútalo y disfrútate, eres tú, tu cuerpo, tu mente, tus sensaciones, satisfacciones y logros, da lo mejor de ti en cada entrenamiento.
- Cree en ti mismo: a veces la falta de autoconfianza se da porque jamás hemos hecho ejercicio, y esta nos puede detener y evitar que intentemos algo nuevo o diferente, los miedos al dolor, cansancio o lesión nos aterran, hasta un comentario de algún amigo o conocido nos pueden causar temor y mejor poner como pretexto “no tengo tiempo”; así que lo mejor es arriesgarse, no perderás nada, al contrario obtendrás experiencia y todo aquello por lo que pensaste en lo hacerlo desaparecerá y verás que cada esfuerzo que hagas está valiendo la pena, que no tienes limites, que eres capaz de eso y mucho más, como diría Picasso “Si puedes soñarlo, puedes hacerlo realidad”.
Cuáles son los beneficios de entrenar:
- Reduce la sensación de fatiga: no sólo tendrás más energía para entrenar, sino también en el trabajo y/o escuela.
- Aumenta la autoestima: La persona que hace ejercicio se ve y se siente mejor, debido a que la actividad física, contribuye con una imagen saludable, lo cual conlleva a la aceptación de nuestro cuerpo.
- Aumenta el tono y la fuerza muscular: esto nos permitirá aumentar la resistencia a la fatiga e incrementa la capacidad para el trabajo físico y mental.
- Rebaja la tensión y el estrés: la serotonina es una sustancia que influye notablemente en nuestro estado de ánimo y que se libera tras realizar actividad física o ejercicio, por lo que si realizamos ejercicio con regularidad experimentarás una sensación de felicidad que nos empuja a repetir la acción y volver al movimiento.
- Ayuda a relajarte: ya que al mantenerte activo puede aumentar los niveles de endorfinas que te hacen sentir bien y distraerte de tus preocupaciones cotidianas.
Actualmente podemos encontrar una gran cantidad de aplicaciones móviles que te guiarán en esos primeros pasos y que podrás realizar desde la comodidad del hogar, o bien, que te podrán ayudar para ese momento en que decidas cambiar tu vida y ponerte los tenis para salir a correr sin la necesidad de invertir un solo peso. Hazlo por ti.