¿Se puede prevenir la enfermedad inflamatoria intestinal?
Las temporadas de calor y lluvia se caracterizan por incrementar la presencia de enfermedades infecciosas gastrointestinales, e incluso agravar otros padecimientos como la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII). La incidencia de EII en América Latina es de 1.5 personas por cada 100 mil habitantes y afecta con mayor frecuencia a personas entre 18 y 25 y 60 y 75 años.
El Dr. Ashwin Ananthakrishnan, un gastroenterólogo de Mass General Brigham y otros investigadores del Centro para el Estudio de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal de Mass General Hospital llevan a cabo investigaciones de vanguardia para identificar nuevos tratamientos y formas de prevenir la EII.
«Con un tratamiento eficaz, la EII puede estar en remisión durante años e incluso décadas», afirma el Dr. Ananthakrishnan. «Es importante diagnosticarla precozmente y empezar pronto el tratamiento adecuado para que la EII tenga el menor impacto posible en la vida de los pacientes».
¿Qué es la enfermedad inflamatoria intestinal?
La EII suele consistir en dos afecciones diferentes: La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Estas enfermedades inflamatorias afectan al revestimiento de los intestinos. Con el tiempo, pueden causar daños intestinales permanentes a medida que avanza la enfermedad. La EII es diferente de otras afecciones gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable (SII). Tienen síntomas similares, pero el SII no está causado por la inflamación del intestino y no provoca daños permanentes.
¿Qué causa la enfermedad inflamatoria intestinal?
La EII se desarrolla debido a una respuesta inmunitaria inadecuada del organismo. Los expertos creen que un cambio en las bacterias intestinales desencadena esta respuesta inmunitaria. Este cambio puede deberse tanto a factores genéticos como ambientales.
Prevención y factores de riesgo de la EII
No se conoce ninguna forma de prevenir la EII. Pero puede haber cosas que usted puede hacer para ayudar a reducir el riesgo. La EII se desarrolla debido a una combinación de cuatro factores:
- Genéticos
- Medioambiente
- Microbioma del tracto intestinal
- Sistema inmunitario
El microbioma está formado por microbios, incluidas bacterias y hongos. Estos microbios residen en nuestro cuerpo. En el aparato digestivo, el microbioma influye en nuestro metabolismo, sistema inmunitario y otras funciones corporales.
«Para la mayoría de las personas que desarrollan EII, es una mezcla de varios de estos factores lo que luego conduce a la inflamación crónica», explicó el Dr. Ananthakrishnan.
Es posible que estos factores aumenten las probabilidades de padecer EII:
- Antibióticos
- Alimentos
- Dormir mal
- Estrés
¿Cómo se puede prevenir la EII?
Para ayudar a reducir el riesgo de desarrollar EII:
- Evite los alimentos procesados y los aditivos.
- Siga una dieta mediterránea rica en frutas y verduras.
- Duerma lo suficiente.
- Limite la exposición a antibióticos.
- No fume.
- Reduzca el estrés y la ansiedad.
Se ha demostrado que la lactancia materna durante la infancia reduce el riesgo de EII en los niños. Los estudios también han demostrado que las personas que hacen ejercicio regularmente pueden tener un menor riesgo de desarrollar EII.
Síntomas y diagnóstico de la EII
Los pacientes con EII suelen presentar estos síntomas
- Dolor abdominal
- Diarrea
- Fatiga
- Hemorragia rectal o sangre en las heces
- Inflamación en las articulaciones
- Urgencia para ir al baño
- Pérdida de peso
Si una persona presenta síntomas como pérdida de peso y grandes cantidades de sangre en las heces, debe ponerse en contacto con su médico de cabecera inmediatamente. Un diagnóstico precoz puede ayudar a prevenir daños intestinales permanentes.
Opciones de tratamiento
Existen diferentes opciones de tratamiento en función de la gravedad de la enfermedad:
- Para pacientes con inflamación leve: Existen medicamentos para tratar la inflamación del colon y el intestino. Entre ellos se encuentran el fármaco 5-ASA y las terapias con corticosteroides.
- Para los que padecen la enfermedad de moderada a grave: Hay medicamentos que actúan sobre el sistema inmunitario y amortiguan la respuesta inmunitaria hiperactiva que daña el intestino. Estos medicamentos incluyen inmunomoduladores (como azatioprina y 6- mercaptopurina) y biológicos (como infliximab, adalimumab y certolizumab pegol).
En algunos pacientes, la cirugía para extirpar el tejido intestinal dañado es la mejor opción para recuperar la calidad de vida.
Estos tratamientos pueden ayudar a los pacientes a controlar los síntomas y mejorar su calidad de vida.