A menudo se destaca la resistencia, dedicación y perseverancia de los corredores de fondo al perseguir metas aparentemente inalcanzables. No obstante, en ocasiones se descuida un aspecto esencial: la salud.
Hace unas semanas leí por ahí que alguien decía que correr es uno de los deportes más baratos para realizarse, y en cierta medida sí tiene algo de razón, pues no necesitas nada más que un par de tenis y salir a la calle para comenzar con este deporte como un estilo de vida. Pero ¿a qué le llamaremos barato?
Sin duda alguna, cuando comenzamos no tenemos idea de qué necesitamos para correr y que no nos traiga lesiones, usualmente comenzamos para mejorar nuestro estado de salud, bajar unos kilitos que traemos de más, o por tener ganas de realizar algún tipo de ejercicio que nos mantenga en movimiento. Conforme pasa el tiempo y quizá vamos conociendo a más personas entra a nuestra mente esa idea de comenzar con una carrera de 5K, y así se va construyendo nuestro camino “runner” hasta realizar nuestro primer maratón, bajar nuestros tiempos o en algunas personas alguna clasificación para un Mayor.
Conforme nos vamos metiendo al “running”, sabemos que necesitamos un calzado especial (aunque desconocemos si es el indicado para nosotros), buscamos asesoría en redes sociales, nos unimos a algún club de corredores (con o sin entrenador, punto que mencionaré más adelante), o simplemente nos ayudamos de una aplicación con entrenamientos genéricos que nos ayuden a cumplir esas metas que nos vamos poniendo en la vida deportiva, pero lamentablemente, con poca información para saber si estamos siguiendo los pasos correctos o si somos capaces físicamente de conseguirlo de manera sana.
Obvio, la gran mayoría comenzamos así – me incluyo – desconociendo si lo estamos haciendo bien y confiando en nuestra mente y ganas, confiando en las palabras de aquellas personas que nos rodean donde únicamente nos apoyan con porras y también desconocen de muchas cosas que rodean este deporte. Y es aquí donde retomaré la primera pregunta ¿Correr es barato?
Hagamos unas cuentas básicas:
Un par de tenis para correr puede rondar de los $2,000 pesos hasta los $5,000 pesos (esto sin hablar de conseguirlos con descuento o que sean productos fuera de temporada), un short puede tener un precio de $500 a $1,000 pesos, unas calcetas $200 pesos y la playera del mismo modo rondará entre los $500 y $1,000 pesos, dándonos una inversión mínima aproximada de $3,000 pesos, que esta puede ser menor o incrementarse mucho dependiendo la marca, calidad y temporada. Pero hasta ahí, podemos seguir diciendo, sí, es un deporte “barato”.
Para realizar esta actividad física no es muy necesario pagar un club o gimnasio, ya que podemos asistir a parques, caminos, cierre de vialidades o simplemente salir de nuestra cada o departamento y tomar las calles para sumar los kilómetros deseados para regresar corriendo, o tomando algún tipo de transporte que nos lleve de vuelta a nuestro hogar, algo que no nos representará algún costo, por lo que nuevamente tenemos como significado que este deporte es barato.
La gran mayoría de los corredores amateurs comenzamos utilizando una app en nuestros teléfonos para medir nuestra distancia, tiempo y ritmo de nuestros entrenamientos; cuando nos vamos fijando alguna meta utilizamos los planes de entrenamiento que vienen incluidas, y únicamente necesitamos seguir las indicaciones, por lo cual, al menos que desees una versión Pro de la App, no necesitarás realizar alguna inversión.
Otra gran parte de personas se unen a equipos de running, algunos sin asesoría profesional, y otros con una asesoría “profesional” en la que se hacen entrenamientos para todos acorde al plan de entrenamiento objetivo, pero muy pocos con un plan personal acorde a sus capacidades y objetivos. Este tipo de entrenamientos puede no tener costo, o algunos “representativos” que pueden ir desde los $200 hasta los $500 pesos mensuales.
Con estas 3 actividades principales prácticamente estamos del otro lado para conseguir nuestras metas y haciendo inversiones muy bajas que no nos impacten la billetera.
Llevar cualquier deporte a un nivel profesional – sin necesidad de ser un atleta elite – y en beneficio de nuestra salud integral, nos provoca asesorías, estudios o análisis que nos permitan llevar la actividad física a un nuevo plano y evitar ponernos en riesgo física de manera física, tanto en nuestras articulaciones, como dentro de nuestro cuerpo.
El primer paso es adquirir un calzado acorde a nosotros, realizar un correcto estudio de pisada nos permitirá saber qué tipo de calzado adquirir, o bien, adquirir una plantilla que nos corrija la postura y nos evite lesiones a largo plazo. El análisis y plantilla puede tener un costo aproximado de $2,000 pesos.
La adquisición de un calzado debe ir acorde a nosotros, desde nuestro tipo de pisada, la distancia que planeamos correr, nuestra técnica de pisada (si caes con talón o metatarsos) y también a nuestro peso corporal. Si bien todos deseamos tener lo último en tecnología que las marcas vayan lanzando, algunos nos pueden provocar lesiones que nos alejen de este deporte por algunas semanas o meses.
La siguiente inversión es conseguir un buen entrenador certificado que nos realice un plan de entrenamiento acorde a nuestras capacidades, edad, peso, experiencia e historial de vida deportivo, esto para que los avances sean progresivos y sepamos si antes de ir a buscar ese objetivo, nuestra condición física está en un buen momento, o si debemos esperar a crear unas bases para concluirlo exitosamente. El costo de un entrenador personal puede variar desde los $500 pesos mensuales, hasta los $3,000 pesos. Investiga bien a tu entrenador y hazle las preguntas claras para despejar tus dudas y consideres si este puede ser un entrenador ideal para ti.
Cada día vemos nuevas marcas anunciando un reloj con monitor deportivo que nos permita conocer un sinfín de cosas, desde la distancia, ritmo, elevación, tiempo acumulado, frecuencia cardiaca, zonas de frecuencia cardiaca y una gran cantidad de cosas que nos ayudarán a saber nuestro estado físico. Este tipo de relojes pueden comenzar desde los $3,000 pesos, hasta los $20,000, todo dependerá de la marca y tecnologías que este cuente.
Sin duda alguna los análisis médicos son la parte más importante, hay que conocer nuestro estado de salud, desde una prueba de máximo esfuerzo hasta un análisis médico deportivo donde se centre en los pulmones, el corazón, los huesos y articulaciones el cual se relacionen con la practica deportiva que queremos hacer.
El examen debe consistir en:
La alimentación es una parte importante de nuestro entrenamiento, ya que este debe ir acorde al objetivo y conforme vayan pasando las semanas, ya que, si en algún momento nuestra actividad se hace más exigente, el consumo calórico o de carbohidratos deberá aumentar. Sumando que el especialista podrá recetarnos el consumo de vitaminas o minerales para mejorar o proteger nuestro cuerpo.
Profesionalizarte en un deporte no quiere decir que serás un atleta elite, o que no deberás hacerlo porque nunca podrás competir contra los mejores; profesionalizarte quiere decir que tratarás a tu cuerpo como se merece, cuidando de tu salud y no exponiéndolo a esfuerzos en donde puedas poner en riesgo alguna articulación, o hasta tu vida, ya que en los últimos años se han dado a conocer el fallecimiento de una gran cantidad de corredores que no pusieron atención en su salud.
La muerte repentina debido a problemas cardiovasculares es un suceso trágico que tiene un gran impacto en la sociedad, especialmente cuando afecta a un deportista reconocido o a un niño. No obstante, la probabilidad de que ocurra es baja, oscilando entre 1 de cada 100,000 a 1 de cada 300,000 personas, aunque aumenta a 1 de cada 18,000 en individuos mayores pde 40 años. En personas menores de 35 años, la principal causa es la miocardiopatía hipertrófica, que incrementa la posibilidad de desarrollar arritmias ventriculares o infartos.
La falsa creencia de que correr largas distancias «inmuniza» al corredor contra problemas coronarios se conoce comúnmente como «mito de la inmunidad cardíaca», algunos le llaman el “Síndrome de Fixx”. Este mito sugiere erróneamente que el ejercicio de resistencia extenuante, como correr largas distancias, proporciona una protección completa contra enfermedades del corazón y problemas coronarios. Sin embargo, aunque el ejercicio regular y moderado puede ser beneficioso para la salud cardiovascular, no garantiza una inmunidad total contra enfermedades cardíacas. La salud del corazón es multifactorial y está influenciada por diversos factores, como la genética, el estilo de vida, la alimentación y otros factores de riesgo cardiovascular.
En resumen, la salud es un aspecto crucial que no debe pasarse por alto en los corredores de fondo. Cuidar el equilibrio entre entrenamiento y descanso, mantener una nutrición adecuada, prevenir lesiones y atender la salud mental y emocional son aspectos fundamentales para disfrutar de una experiencia de correr saludable y sostenible. Recordemos que correr es más que alcanzar metas, es una forma de vida que merece ser disfrutada con plenitud y bienestar en cada paso.
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