Actualmente el uso del celular para desarrollo de las tareas diarias es absolutamente indispensable, se ha convertido no solo en la herramienta de trabajo, sino en nuestra agenda donde guardamos, consciente o inconscientemente información personal como contactos personales o familiares, correos electrónicos, ubicación geográfica, información biométrica, datos bancarios, videos, fotos, o nuestras propias redes sociales. Datos que, si los analizamos, no sólo son importantes para nosotros, sino muy útiles para los delincuentes y ciberdelincuentes.
En América Latina, el robo de celulares es el pan de cada día, las cifras son alarmantes y la evolución de los robos también. Durante 2022, se cometieron 5.2 millones de robos o asaltos en la calle o en el transporte público, lo cual representa una tasa de 5.689 robos por cada 100.000 habitantes. En el 57.2% el robo fue de celulares específicamente, según la Encuesta Nacional de victimización y percepción sobre seguridad pública de INGEI (ENVIPE 2023). Ahora las personas no son sólo víctimas del robo del dispositivo como tal, sino que los delincuentes se han especializado en manipularlos de manera posterior al robo, para extraer la mayor cantidad de información alojada en ellos y que el robo supere en gran medida el valor del dispositivo móvil.
Existen otros tipos de robos como el sim swapping en el que el delincuente ni siquiera necesita robar tu celular físicamente, sino que, a través del cambio de la simcard, logra acceder a todos tus datos. El también conocido bypasseo, es otro de los ejemplos.
¿Pero cómo funcionan y qué debemos saber de este tipo de robos? Iskander Sanchez-Rola, Director de Innovación en Privacidad de Norton, marca de ciberseguridad de Gen, nos explica más sobre cómo funcionan estos delitos y qué hacer para prevenirlos.
El bypasseo es un término que se refiere a la evasión de la contraseña que se tenga establecida en el móvil para tener acceso ilimitado al mismo y a los datos personales guardados en él, a través de sistemas que se aprovechan de la vulnerabilidad del dispositivo, como los exploits que, por lo general, toman la forma de software y haciendo uso de fallas de seguridad, consiguen el control de los dispositivos para robar datos, suplantar a las víctimas de manera aleatoria, a través de las vulnerabilidades de las aplicaciones, las redes, los sistemas operativos o el hardware. Encontrándose con todas las apps que se tengan instaladas, en las que pueden encontrar información como correos electrónicos, apps de bancos, redes, sociales y demás información sensible.
Si el delincuente logra acceder al dispositivo y cambiar el pin, logrará tener acceso completo a los datos. No importaría si el celular tiene la opción de ser desbloqueado biométricamente por reconocimiento facial o huella, ya que después de un número determinado de intentos se pide introducir el código numérico el cual ya ha sido modificado por el delincuente.
“Aunque el reconocimiento facial está cada vez más evolucionado, existen casos mucho más sofisticados en los que también se han utilizado máscaras ultra realistas para poder clonar el reconocimiento facial de los dispositivos. Antes, por ejemplo, lograban desbloquear un dispositivo con una fotografía de su dueño, ahora esto es imposible ya que hoy en día estos sistemas incluyen reconocimiento de profundidad, el cual calcula la distancia entre diferentes puntos del rostro, y eso no es posible de registrar con una foto”, comenta Iskander.
Esta es una técnica en la que los delincuentes se hacen pasar por el dueño del dispositivo. Van a una tienda del operador de telefonía móvil, hacen uso de los datos personales del usuario, logrando persuadir a los asesores para que les entreguen una nueva SIM bajo el nombre del dueño de la línea, muchas veces aludiendo que la han perdido o no está funcionando de manera adecuada.
Una vez que lo logran, la SIM del teléfono del propietario queda completamente bloqueada, la línea les pertenece y ellos logran tener acceso a la autenticación de dos pasos, por ejemplo, y reciben códigos de seguridad vía SMS, para acceder a cuentas, bancos, hacer transacciones, compras, etc.
“Por ejemplo, en una oportunidad una persona nos contactó ya que había sido víctima de esta modalidad. El delincuente se hizo pasar por ella en una tienda de su operador móvil, proporcionó sus datos personales y logró persuadir al empleado para que le entregaran una nueva SIM. Se apoderó de la línea telefónica de la víctima, pero ésta se dio cuenta de manera inmediata ya que recibió un mail notificándole que se había solicitado y activado una nueva SIM. La víctima pudo comunicarse de inmediato con la empresa para explicarles lo sucedido y evitó ser víctima de un gran robo”, cuenta Sánchez- Rola.
Tener acceso a esta información y conocer la tipología delictiva es importante para incrementar la seguridad. Aquí algunos tips que pueden ser útiles para prevenir el robo de datos:
«La mejor manera de estar protegidos es estar alerta del dispositivo y la gente a nuestro alrededor, prácticamente en él tenemos una extensión de nuestras vidas, desde fotos y videos hasta cuentas de banco. También es útil hacer uso de las configuraciones que nuestro dispositivo nos permita para casos en los que podría ser desbloqueado por un delincuente«, concluye Iskander Sanchez Rola.
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